La renta de un departamento puede generar ciertos problemas para el inquilino, como rotura de caños, humedades o rajaduras en las paredes de ladrillo. Este tipo de dificultades suelen perjudicar la comodidad del hogar y hasta pueden dañar la salud de los ocupantes.
En primera instancia, la persona que renta el departamento o la casa debe comunicar al propietario de estos desperfectos. Lo normal sería que el arrendador se hiciera cargo de la reparación de los
materiales de construccion o que la persona que renta el departamento asuma los gastos de la reparación pero luego se le indemnice por dicho arreglo.Lo primero que debe hacerse es intentar negociar con el propietario de forma directa. Una buena opción puede ser enviar una carta, dejando constancia por escrito de que se le ha informado al dueño de la casa la situación. En esta carta deberá especificarse que en caso de que el dueño no brinde una solución en tal período de tiempo, la persona que renta el departamento se hará cargo de la obra pero posteriormente exigirá el reintegro de este gasto al propietario.
En caso de que el propietario no dé ninguna noticia ni comience con la reparación de la vivienda, lo más conveniente será consultar con un técnico experto, tal como un arquitecto o un ingeniero, quien realizará un informe. Este informe podrá utilizarse para demandar al propietario de la vivienda. Siempre se deberá contar con la asesoría de un abogado para enfrentar este tipo de demandas.
El arrendatario nunca deberá dejar de pagar la renta del departamento en caso de que el arrendador no atienda sus reclamos. Esto puede generarle problemas legales al inquilino, ya que el propietario puede demandarlo por falta de pago de la renta. Tampoco será posible rescindir el contrato de renta del departamento ya que esto solo se podrá hacer por vía legal o de común acuerdo entre ambas partes.
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