San Miguel de Allende; un paraíso arquitectónico
Definitivamente si hay algo que le da el color, sazón y personalidad a un lugar, es la arquitectura, puede ser sencilla, enorme, popular, minimalista, barroca o del estilo que sea, pero siempre la arquitectura de un lugar nos dejará el recuerdo más memorable de una visita.
Desde la distribución de sus calles, sus bonitas fachadas, la altura de sus construcciones, la tranquilidad que los pasillos y rincones nos transmita, un lugar bonito siempre nos dejará con un buen sabor de boca y unas ganas increíbles de volver. Un caso excepcional de la belleza arquitectónica mexicana es San Miguel de Allende, en Guanajuato, definitivamente un lugar que por sus bellas construcciones cautivará nuestros sentidos.
Al llegar a este hermoso pueblito no podemos evitar sentirnos arropados por su ambiente colonial y sus toques neogóticos que sentiremos que nos trasladan a un hermoso cuento con casonas antiguas, balcones y hermosas cúpulas que no pueden hacer más que sacarnos suspiros.
Desde sus bibliotecas, palacios de gobierno, restaurantes, casonas y hoteles, vemos una arquitectura impecable e imponente. Un detalle muy bien cuidado son las instalaciones que se han puesto desde la inauguración de este colonial pueblito, uno de los aspectos que han logrado hacer más armonía con el estilo del pueblo son sus hoteles.
Los hoteles en San Miguel de Allende son casi tan impresionantes como la ciudad misma, desde sus fachadas que impecablemente han combinado con todo lo que este pueblo representa, hasta sus interiores completamente coordinados con las fachadas, encontramos que estos hoteles van en completa sintonía con las calles del pueblo, casi como si estuvieran bailando una bella y armónica melodía.
Podría pensarse que de ir uno caminando por las calles, los hoteles en san miguel de Allende romperían con al bello cuadro que este pueblo nos presenta, sin embargo no es así, podemos caminar y caminar por las callejuelas empedradas sin sentir que hay alguna pieza arquitectónica que esté fuera de lugar, las fachadas de sus hoteles al estilo casona antigua nos hacen querer entrar a hospedarnos una noche en aquello que pareciera ser una pieza más de ese bello rompecabezas formado por callejones, iglesias y balcones, una postal digna de recordar.
Si somos amantes de la arquitectura, definitivamente San Miguel de Allende es un lugar perfecto para inundar nuestros ojos con las bellezas que, construidas por la mano del hombre, pueden llegar a conmovernos, podemos ir a apreciar de qué manera tan excepcional los hoteles en San Miguel de Allende han logrado crear una armonía casi perfecta.
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