Casas autosuficientes: energía minieólica doméstica
La energía se ha convertido en uno de los principales temas debido a que con el auge de las empresas se necesita gran cantidad de la misma, pero con el uso desmedido muchas fuentes se han ido agotando, además de que han tenido gran repercusión en el medio ambiente, por lo que a lo que se tiene que apostar ahora es a las energías renovables como la eólica, sobre todo porque esta es la más segura y accesible, además de que no emite residuos a la naturaleza. Otra de las ventajas que nos regala este tipo de energía es que se puede hacer desde los hogares aunado a que no afectará a la economía, ya que su valor es competitivo con otro tipo de fuentes de energía.
Una de las alternativas es la biomimesis, la cual mediante distintos modelos de sistemas como tecnologías innovadoras, principios biológicos o biomateriales imitan las fuerzas naturales para conseguir energía eólica.
La biomimesis es aquella que se encarga de convertir la energía cinética del aire en energía eléctrica con ayuda de un aerogenerador que puede funcionar de manera aislada o en grupos formando parques eólicos, y a pesar de que en su mayoría son silenciosos, hay compañías que dedican su tecnología para fabricar aerogeneradores silenciosos que tienen ejes en forma de “S” que sirven para reducir el ruido y las vibraciones y llegan a generar 1,000 kW al año sin contaminar tanto como las fuentes normales de energía.
El ingeniero finlandés Sigurd J. Savonius en 1922 creó una turbina horizontal que puede lograr un intercambio de viento que produce energía eléctrica sin tanto ruido, aunque también existen generadores eólicos que son prácticamente invisibles y el reflejo del movimiento al captar la energía es la manera en la cual se puede advertir la presencia de la misma, esto se logra al estar fabricada por un material ultra ligero que transforma la acumulación con ayuda del movimiento en energía eléctrica, y al no tener aspa se puede instalar en las azoteas de las viviendas.
Existen países en los que los vientos no son tan favorables para aprovecharlos y de esta manera generar energía, ante lo cual se ha inventado un autogenerador que se instala en las ventanas y techos de las casas, aunque en el caso de edificios también existen mecanismos como el que se encuentra en el edificio estadounidense Eco Shell, el cual tiene turbinas eólicas que generan dicha energía.
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