Las Velas como parte de la decoración

La colocación de velas en una habitación invita a pensar en la decoración ad hoc para que un ambiente sea íntimo, o dependiendo de su finalidad, místico. Las velas suelen funcionar como detalles sutiles y versátiles. Pueden ser colocadas en cualquier cuarto de la casa, ya sea como un centro de mesa, como elemento decorativo de un esquinero o trinchador, en incluso como la decoración de la alberca. 

La actual tendencia minimalista encuentra una línea de vinculación con las culturas orientales como la Zen. Estos espacios intentan crear un ambiente armonioso y completamente relajante de tal manera que el uso de las velas resulta indispensable para la generación de luz interna en un espacio íntimo y personal. Es importante que siempre las coloques en un plato de cerámica con agua, no dejarlas prendidas en tu ausencia o cerca del alcance de los niños. Lo anterior, con el fin de evitar algún penoso accidente.

Existen diferentes tipos de velas que se distinguen por sus funciones y determinan el lugar que les resulta más adecuado. Así encontramos las velas de té, las cuales están vaciadas en un recipiente de aluminio, no ensucian y queman aceites o perfumes, son ideales para cuartos en los que se pueda disfrutar de una buena sesión de aromaterapia. Duran entre cuatro y cinco horas y no generan mucha luz.

Las velas flotantes son similares a las de té, ya que generan poca luz pero con la ventaja de que pueden sumergirse en agua y reflejar su luz en la misma. Generan un ambiente sutil y esotérico, y pueden encenderse en la alberca, jacuzzi o tina de baño para encontrar un espacio muy relajante.

Quizá las velas de candelabro son las más tradicionales en las que solemos pensar. Generan suficiente luz y tienden a duran dos horas. El detalle aquí lo brindan los candelabros, los cuales pueden brindar un toque especial a las mesas tradicionales. En el grupo de las velas decorativas encontramos una gran variedad de materiales, diseños, colores, formas y aromas. Éstas son las velas que más atraen a nuestros ojos y más juego con nuestro mobiliario podemos hacer.

Cualquiera que sea la naturaleza de las velas, lo ideal es colocarlas en grupos, de modo que puedan generar la luz suficiente para iluminar una habitación. Aún si no se encienden, es muy armonioso ver un conjunto de velas del mismo color, pero con diferentes formas, grosores y tamaños.

Un recipiente hondo con un poco de arena de playa, sal, hojas o flores secas son el marco perfecto para las velas. Procura que las velas hagan juego con tu decorado general y verás que son un detalle que tanto tú como tus familiares e invitados disfrutarán.