Vecinos de Orizaba piden que se detenga la construcción de Wal Mart en sitio histórico
El 4 de enero de 2010 fue emitido un decreto del Congreso del Estado de Veracruz para declarar el Palacio de Mier y Pesado, en la ciudad de Orizaba, como patrimonio histórico del Estado. Hace unos meses, dicho decreto fue derogado para permitir el cambio del uso de suelo del terreno y que la empresa Wal Mart instale allí una más de sus tiendas.
Habitantes de la ciudad y de todo el estado se han congregado para evitar que se lleva a cabo lo que consideran un atentado contra una de las edificaciones más emblemáticas de la ciudad, la gran casa de Antonio Mier y Pesado, quien fuera un diplomático mexicano del siglo XIX, edificio que cuenta con más de ciento cincuenta años de antigüedad.
Los vecinos también señalan que existía un proyecto para convertir la casona en el Colegio de Artes de Orizaba, donde se formarían artistas de las localidades cercanas, así como guías turísticos que contribuyeran al desarrollo económico de la región.
En lugar de ello, ahora se proyecta la construccion de una de las grandes tiendas de esta cadena comercial de negro historial en nuestro país y que tiene todavía cuentas pendientes con la justicia no sólo de México sino de su país de origen, Estados Unidos.
Llama la atención la reversa que el Congreso metió al decreto de patrimonio histórico con el que había sido nombrado el edificio, ya que aún no está claro cómo fue posible que se permitiera la construcción de una de sus tiendas en terrenos aledaños a las famosas y simbólicas pirámides de Teotihuacan, así como en las cercanías de la Basílica de Guadalupe.
El periódico The New York Times publicó hace algunos meses una extensa nota en la que se revelaba una red de sobornos a funcionarios mexicanos para que emitieran los permisos de construcción en estos lugares donde el uso de suelo es muy restringido por razones de protección al patrimonio histórico de les mexicanos. Todavía están pendientes varios juicios en los Estados Unidos por estas cuestiones.
Por otra parte, la empresa también ha sido acusada de malas prácticas laborales, obligando a sus empleados a gastar en la propia tienda los vales de despensa que entrega a sus trabajadores como parte de sus prestaciones. Finalmente, se ha acusado a Wal Mart de deprimir la economía de los lugares donde instala sus tiendas, ya que los abarroteros y otros comerciantes no pueden competir con los bajos precios que maneja en los productos de vende.
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